“Ciertamente vendré sin demora. Amén. Ahora ven, Señor Jesús”. Apocalipsis 22.20.
En la Biblia ¡Estas son las últimas palabras del Autor y Consumador de la historia humana! ¡De tu historia! ¡De mi historia! ¡De nuestra historia como Iglesia de Jesucristo!
El Adviento, en la histórica iglesia, se celebra los cuatro domingos antes de Navidad y significa literalmente "La Llegada".
Es un tiempo para preparar nuestro corazón para la llegada de Cristo. Es una tensión creativa entre:
- Su llegada como bebé y su inminente llegada como Rey de Reyes.
- Lo que ya hemos vivido y lo que está por venir.
- Lo que ya hemos recibido y lo que aún nos falta.
Debemos preparar nuestros corazones para una llegada aún más profunda de nuestro Rey de Reyes. ¡Debemos limpiar profundamente nuestro corazón para Aquel que ya vive en nosotros! ¡Y por Aquel que llegará simultáneamente después para la fiesta más grande de nuestras vidas y de la eternidad!
Vivimos en la brecha de tiempo entre lo que Jesús ya hizo y lo que todavía hará. ¡Él ha hecho milagros en nuestras vidas! ¡Y en nuestros matrimonios, nuestras familias y nuestras iglesias! Se volvió real y presente de una manera transformadora.
AL MISMO TIEMPO, necesitamos profundamente que Él vuelva a ser real y presente. Podemos dedicar estas cuatro semanas de una manera especial. Celebrar lo que Él ya hizo al llegar a nuestras vidas. Y clamar y pedirle que llegue de una manera nueva para transformar en nosotros lo que aún falta. Dentro de nuestros matrimonios. Nuestras familias. Y nuestras iglesias. Y en el mundo que nos rodea.
Finalmente, quiero proponer que el Adviento sea el espacio entre el avivamiento y la unción que ya hemos recibido y el que todavía necesitamos desesperadamente.
Señor, rompe en mí todo lo que sea necesario romper.
Sana en mí todo lo que necesita ser sanado.
Lléname todo lo que hay que llenar.
Unge sobre mí todo lo que necesite ser ungido.
“La celebración del Adviento sólo es posible para aquellos que tienen el alma atribulada, que se saben pobres e imperfectos y que esperan ansiosamente que llegue algo más grande”. Dietrich Bonhoeffer
David Kornfield
Líder del equipo DPP Latinoamérica