Criterios clave al elegir un discipulador o mentor

 

Ilaene Schuler

Todos los días tomamos decisiones. Al pensar en elegir un discipulador o personas con quienes caminar en un microgrupo de discipulado, ¿qué tres cualidades buscaría en ellos? Quiero destacar tres cualidades que buscaría:

  1. Tener un estilo de vida de escuchar a Dios.  Escucha a Dios y ayúdame con esto. Alguien lleno de Dios y de su revelación, que lo refleja en su forma de convivir con su familia.
  2. Visionario. Una persona que piensa frente a mí va más allá de mí o de lo que puedo pensar. Que ya caminó o está caminando por donde yo camino. Que me ayude a identificar qué necesito y hacia dónde quiere llevarme Dios, ya que tiene una visión divina de mí y de mi llamado. Alguien que no se impresione conmigo y me ayude a vivir lo que Dios tiene planeado para mí.
  3. Disponible. Como persona y con tus recursos. Persona con sed de aprender y que me impulsa a crecer. 

El rey David también fue un hombre que tomó decisiones. Los textos de 2 Samuel 15, 16 y 17 registran que David eligió a Husai como su consejero. Husai se identifica con la angustia de David y, destrozado, se viste de cilicio y con ceniza sobre la cabeza. Husai tenía autoridad, era escuchado por los demás y como amigo de David le era fiel. 

 Pablo tiene a Bernabé como su discipulado. ¿Qué encontró Pablo en Bernabé como su discipulador?

  1. Credibilidad. Bernabé tenía credibilidad ante los apóstoles e intercedió por Saulo ante ellos. También cuando respalda a Paul al incorporarlo a su equipo en Antioquía. Bernabé se convierte en un “porro”, como nos dice Efesios 4, conectando a Pablo con otros. 
  2. Salvador. Bernabé se convierte en un salvador para Pablo, ya que discierne que Dios tiene algo con él y lo busca para vivir los propósitos de Dios.
    La primera vez que Bernabé le abrió una puerta a Pablo, conectándolo con los otros apóstoles, no tuvo éxito ministerial, lo que llevó a Pablo de regreso a Tarso.
    Bernabé sabe discernir el momento adecuado para volver a abrir las puertas a Pablo y conducirlo en el proceso de vivir plenamente su vocación.
  3. Modelo. Antioquía era una iglesia de visibilidad. Pablo no tenía espacio para ejercer su llamamiento. Bernabé ofreció un equipo (Hechos 13:1), ofreció un líder y un modelo de liderazgo. Nadie guió a Pablo y él no tenía una iglesia de referencia.

Bernabé era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe, tenía testimonio de vida y ministerialmente salió más allá de la influencia de su contexto inmediato para ser conocido incluso en Jerusalén.

El ministerio fluye de quienes somos. Bernabé fue un discipulador lleno del Espíritu que se movía escuchando a Dios y no por las circunstancias. 

Discipulado en la Vida – 09/02/2022
Curso: Discipulado
Módulo: Selección – Elegir en quién invertir nuestra vida
Estudio 1.6.8: Criterios clave al elegir un discipulador o mentor

 

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