Nuestro Pan, Nuestro Padre

 

¿Alguna vez has notado cómo las oraciones del Padre Nuestro se distribuyen en una secuencia que indica equilibrio? El primer aspecto del que debemos preocuparnos es Su Nombre; el segundo es Su reino y Su voluntad. Luego nos dice que oremos por nosotros mismos: “Danos hoy nuestro pan de cada día”. Si buscamos primero su reino y su justicia, otras cosas nos serán añadidas. Necesitamos entender que cuando Jesús le dio esa respuesta al joven rico para que vendiera lo que tenía, no estaba tratando de convertirlo en mendigo; estaba tratando de romper el poder de la codicia y el miedo a la pobreza que encadenaban su alma. Mucha gente asocia su sensación de seguridad con las cosas. 

Por todo esto, Larry Lea presenta cuatro requisitos básicos de Dios para que oremos y obtengamos las cosas que necesitamos. ¿Cuáles son estos requisitos? Primero que nada, tenemos que estar alineados con la voluntad de Dios. Segundo, debemos creer que Su voluntad es hacernos prosperar. En tercer lugar, mientras oramos diariamente por nuestras necesidades, debemos hacer peticiones específicas. Y cuarto, tenemos que ser perseverantes. 

Dios sabe que necesitamos dinero. Las Escrituras están llenas de instrucciones sobre cómo ganar, ahorrar, administrar el dinero y contribuir. 

No actúes como el joven rico que se fue de allí muy triste. Consagrad todo a Jesús y ved cómo reprende al devorador. Aleja las dudas. Cree que es la voluntad de Dios prosperarte y luego apropiarte de Sus promesas con respecto al suministro de tus necesidades. Pídele diariamente la porción que es tuya y que es necesaria para que el plan de Dios para tu vida se realice.

Entonces, primero vimos que, para orar por la provisión divina, tenemos que estar en armonía con la voluntad de Dios. En segundo lugar, debemos creer que la voluntad de Dios es hacernos prósperos. Estas son condiciones básicas para que pidamos en oración lo que necesitamos. Pero estarían incompletos sin dos condiciones más. Tenemos que hacer peticiones específicas y ser persistentes.

¿Oras por peticiones específicas o simplemente esperas a que Dios te envíe las bendiciones que deseas? Jesús enseñó que debemos orar en estos términos: “Danos hoy nuestro pan de cada día”. Entonces, entendemos que Jesús nos enseña a orar diariamente por las cosas que necesitamos.

Un ejemplo de pedir con perseverancia lo encontramos en Lucas 18,1-8, en la parábola del juez malvado y la viuda que incesantemente le pedía: “Juzga mi caso contra mi adversario”. Este juez, que no temía a Dios, accedió a la petición de la mujer simplemente por su perseverancia. Y Jesús enfatiza la cuestión de la perseverancia cuando concluye diciendo: “¿No hará Dios justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche, aunque parezca lento para defenderlos?” (V.7.)  

Ilaene Schüler

A continuación tienes un esquema sugerido para orar basado en la frase del Padre Nuestro: “Danos hoy nuestro pan de cada día”.

ESQUEMA DE ORACIÓN

I. Estar alineados con la voluntad de Dios:

A. Pídele al Espíritu Santo que te ayude a cultivar la comunión con Cristo a través de la práctica diaria de la oración y el estudio de la Palabra.

B. Ore a Dios pidiéndole que lo integre a una iglesia, convirtiéndolo en un miembro activo, contribuyente y saludable de ese Cuerpo.

C. Examina tu forma de trabajar. ¿Eres vago o eres “adicto” al trabajo? Pídele a Dios que te dé capacidad, eficiencia, fortaleza y equilibrio en este ámbito.

D. Examina cómo contribuyes. ¿Estás obedeciendo a Dios y entregando tus diezmos y ofrendas al tesoro? ¿O tal vez eres tacaño, codicioso y no sabes cómo administrar tu dinero correctamente? ¿Siempre paga sus cuentas y tiene reputación de ser una persona honesta que cumple sus compromisos? Ore por estas cosas.

II. Cree que es la voluntad de Dios hacerte prosperar:

A. Memorizar textos bíblicos como Lucas 6:38 y Filipenses 4:19 y transformarlos en una declaración de fe al orar por provisión material.

B. Medita en la Palabra de Dios hasta que estés completamente convencido de que es la voluntad de Dios bendecirte.

III. Realizar solicitudes específicas:

A. Presente sus necesidades al Señor diariamente.

B. Reemplace la preocupación con la oración.

IV. Sea persistente.

A. Recupera el terreno perdido que el diablo te robó. La incredulidad y el desaliento le han quitado las respuestas a la oración. Haz estas peticiones a Dios nuevamente y sigue pidiendo hasta recibir la respuesta.

B. Da gracias a Dios porque él es Jehová-jireh: él ve lo que necesitas con mucha anticipación y hace provisiones para resolver el problema.

Serie de mensajes basados en el libro Nem uma hora, de Larry Lea, Editora Betânia.

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