Cuando vi a Jesús

Por Ilaene Schüler

“Y aconteció que mientras los bendecía, se apartó de ellos; y fue llevado al cielo”. Lucas 24.51

La ascensión es el regreso de Jesús a su gloria original quien, además de regresar como Hijo de Dios, regresa a Dios también como Hijo del hombre. Jesús tiene todo el poder junto al trono de Dios. Desde su ascensión, hasta hoy, ha sido el Rey de reyes y Señor de señores.

“Permaneced, pues, en la ciudad hasta que seáis investidos de poder de lo alto”. Lc.24.49

“Porque el Espíritu aún no había sido dado, porque Jesús aún no había sido glorificado”. (Juan 7:39). Los discípulos tuvieron que esperar a que el Señor fuera históricamente glorificado y luego “… habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, derramó esto que veis y oís(Hechos 2. 33) 

El poder de Cristo resucitado que nos transforma penetra en nuestras vidas a través del Espíritu Santo.

 “Cuando lo vi, caí a sus pies como muerto”. Ap.1.17

Hay ocasiones en las que Dios se manifiesta revelando su majestad y el asombro de la visión nos lleva a caer a sus pies. Y la única manera en que resucitaremos será a través de la mano de Dios. 

“Puso su mano derecha sobre mí”. Rev 1.17 

En medio de la grandeza de la revelación de la gloria de Jesús, aparece un toque y Juan sabe que no es la diestra de corrección, ni de castigo, sino la diestra del Señor. ¿Cuándo fue la última vez que sentiste a Jesús poniendo su mano derecha sobre ti??  Has experimentado paz y consuelo porque “Debajo de ti Dios extiende sus brazos eternos”. (Dt 33.27), con todo tu apoyo, consuelo y poder? 

Una vez que sientes el toque de Jesús, nada puede asustarte. En medio de toda su gloria, el Señor Jesús viene a hablarle a un discípulo insignificante: "No temas". 

Cuando reconozco que “En mí, es decir, en mi carne, no habita ningún bien”. (Rm.7.18) Caigo postrado ante Dios. Y para volver a ponerme de pie tendrá que ser a través de la mano poderosa de Dios. Dios no puede hacer nada por mí hasta que reconozca los límites de mis capacidades y le permita hacer lo imposible.