Establecer prioridades en la vida y el ministerio: una tarea necesaria

Para no sucumbir, sepa que es fundamental mantenerse centrado en lo que es realmente importante.

La vida está llena de exigencias. A lo largo del día, muchas veces se nos pide que realicemos diferentes actividades, pero es obvio que no existe una sola persona que pueda responder a todas las emergencias. Por tanto, se hace necesario elegir qué es prioritario entre muchas cosas importantes.

La vida de los faroleros lo ilustra bien. Cuando había pocas lámparas, un hombre garantizaba la iluminación de la ciudad. Sabía dónde empezar y terminar su misión. Sin embargo, a medida que las lámparas se multiplicaron, algunas dejaron de encenderse y surgieron quejas. Por lo tanto, se sintió agobiado, incapaz de prestar su servicio a la ciudad. La solución fue delimitar zonas y aumentar el número de faroleros. Aún hoy en día hay mucha gente que no sabe qué lámpara encender.

Establecer prioridades no es una tarea sencilla, pero sí de gran importancia. Tiene que ver con definir la misión de vida de cada persona. Esta práctica no es una cuestión externa, sino interna y personal. Esto es lo que hizo Jesús, como consta en el primer capítulo del evangelio de Marcos: estando en la ciudad de Cafarnaún en Galilea, realiza curaciones y expulsa demonios, atrayendo a toda la ciudad a la casa de Simón, hasta el anochecer. A la mañana siguiente, una multitud aún mayor regresa, ya que se ha difundido la noticia de los milagros, pero no encuentran a Jesús. Ni siquiera sus discípulos sabían dónde estaba. Después de conocerlo en un retiro de oración, la queja fue general: “¿Dónde estaba el Señor? ¡Hay una multitud esperando tus milagros! La respuesta de Jesús deja claro que tenía una prioridad: “Debo ir a otras ciudades y predicar allí también. ¡Esto es a lo que vine!

El establecimiento de prioridades se logra comparando el grado de importancia.

Elegir lo que viene primero no significa que otras cosas no sean importantes. En comparación con lo que es el núcleo de la misión, sucederán o no en otro momento, posiblemente a través de otra persona. Nadie puede ser la respuesta a todas las solicitudes. No importa lo útil que sea alguien, si lo intenta, terminará agotado y frustrado en su misión.

Cuando se establecen prioridades, resulta menos complicado decir no y decir sí. Para ello, cuando se trata del rol de pastor y líder ministerial, saber definir su misión en una frase simple y clara, como la de Jesús –“Vine para esto”- es fundamental. Los pastores necesitan aprender acerca de las prioridades de Jesús de Nazaret, ya que una de las razones por las que hizo tanto en tan poco tiempo fue porque estableció prioridades. Jesús supo escapar de la aclamación pública para hacer sólo lo que tenía que ver con su misión. En su oración final pudo decir: “Te he glorificado en la tierra al completar la obra que me encomendaste hacer”.

En este sentido, te comparto algunas sugerencias que pueden ayudarte a establecer prioridades:

Define tu misión. Los que no saben a dónde van caminan en todas direcciones y no saben si han llegado ni adónde han llegado.

Ten una agenda. Aquellos que no tienen una agenda personal se convierten en una agenda colectiva.

Tener un mentor. Alguien a quien eliges para rendir cuentas. Es muy fácil sentirse “avergonzado de los negocios de esta vida en detrimento de los negocios del Padre”.

Aprenda a finalizar tareas. La mayoría de las personas tienen muchos trabajos estancados a lo largo de su vida, iniciados por emoción y luego abandonados.

Paga el precio de tu elección. Toda actividad tiene un desgaste inherente a la función. Se perseverante en tiempos difíciles.

Escapa del “canto de sirena”. En la leyenda griega, estas figuras son famosas por distraer a los marineros y hacerles perder la ruta de su misión y morir en la playa. Preste atención a lo que sutilmente le roba tiempo y compromete su eficacia.

Aprenda a decir que no. Esto traerá equilibrio a su viaje.

Desarrollar una cultura de evaluación periódica: Reflexiona constantemente sobre cómo y por qué estás caminando. Realice los ajustes necesarios cada vez que note alguna desviación y pérdida de calidad.

Conozca sus potenciales y límites. No se pueden encender todas las lámparas de la ciudad.

Alimenta tu llama: Es necesario nutrir la misión y el llamado. No se puede encender una lámpara sin aceite.

CS Lewis resumió la cuestión de tener prioridades de la siguiente manera: “Dad prioridad a las cosas prioritarias, y las cosas secundarias también vendrán. Dale prioridad a las cosas secundarias y perderás tantas cosas prioritarias como secundarias”. Por tanto, no saber definir prioridades es hacer el juego adecuado para ser derrotado. ¡Manténganse al tanto! •

Walter da Mata

Misionero Sépal y miembro del Ministerio Hombres Mentores, fue pastor de la Asamblea de Dios Manantial – Sobradinho (DF) durante treinta años.

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