Cuando se enfrenta a dificultades o circunstancias confusas, es posible que se sienta abrumado. Si intentas mirar a Dios con esta circunstancia como referencia, siempre tendrás una comprensión distorsionada de Él. Quizás digas: Dios no me ama o no es justo. Ambas afirmaciones sobre Dios son falsas. Para comprender las malas circunstancias que ocasionalmente nos rodean, es vital conocer la perspectiva de Dios.
Acude a Dios y pídele que te muestre su perspectiva sobre las circunstancias que te rodean. Mira, pues, tu circunstancia desde el corazón de Dios.
Debes recordar que Dios es soberano. Puedes enfrentarte a una situación como la de Job en la que Dios no te dice lo que está haciendo. En circunstancias como ésta, reconoce el amor y la soberanía de Dios, y depende de su gracia sustentadora, que te ayudará a superar esta situación.
No puedes saber la verdad sobre las circunstancias que te rodean hasta que Dios mismo te la revele. Moisés hizo lo que Dios le había ordenado y le pidió a Faraón que dejara ir al pueblo. Faraón se negó y multiplicó las cargas sobre los hebreos. Los hebreos se volvieron contra Moisés y lo criticaron por causarles tantos problemas. Moisés culpó a Dios y lo acusó de no hacer lo que prometió. “Moisés dijo: ¡Señor! ¿Por qué trataste mal a esta gente? ¿Por qué me enviaste? Porque desde que vine ante Faraón para hablar en tu nombre, él ha maltratado a este pueblo, y tú no has librado a tu pueblo. (Éxodo 5,22-23). Moisés se sintió tan desanimado que estuvo a punto de darse por vencido (Éxodo 6:12).
Dios le explicó a Moisés su perspectiva, quería que Faraón resistiera, para que el pueblo pudiera ver su mano poderosa operando la liberación y el pueblo llegara a conocerlo a través de su propia experiencia como el gran YO SOY.
La Verdad es una Persona que siempre está presente en tu vida. No puedes conocer la verdad de tus circunstancias hasta que Dios mismo la revele. ¡Él es la Verdad! Y la Verdad está siempre presente y activa en tu vida.
Basado en el libro Conociendo a Dios y haciendo su voluntad, Henry Blackaby.
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