Los cristianos estamos unidos no sólo por nuestro compromiso con Jesucristo, sino también por nuestro compromiso con Su iglesia. Necesitamos ver la iglesia desde la misma perspectiva que tuvo Jesús y redescubrir la visión de una iglesia viva, renovada por el Espíritu Santo, como en los primeros tiempos. El propósito de Dios no es salvar a individuos para que permanezcan aislados. Planeaba construir una nueva comunidad redimida: la iglesia. Esta comunidad fue idealizada desde la eternidad pasada, se está formando en el presente histórico y se perfeccionará en la eternidad futura.
La iglesia es central para el plan de salvación. Cristo murió no sólo para redimirnos de toda iniquidad, sino para reunir y purificar para sí un pueblo dedicado a buenas obras (Tito 2:14).
En la eternidad, Dios reunirá a todos los redimidos por Cristo como un solo pueblo, algo que el apóstol Juan tuvo oportunidad de vislumbrar (Apocalipsis 7:9-10).
¿Cómo es una iglesia viva?
Para responder a esta pregunta, es natural volver al relato de Pentecostés en el libro de los Hechos. Debemos ser realistas al leer esta historia. A menudo miramos a la iglesia primitiva de manera idealista y romántica, admirando su fervor evangelístico y su impacto transformador en el mundo. Hablamos de ella con tanta admiración, como si fuera perfecta, olvidando las herejías, hipocresías, rivalidades e inmoralidades que también la perturbaban, tal como lo hacen hoy. Sin embargo, una cosa está clara: aquella iglesia de Jerusalén fue profundamente renovada por el Espíritu Santo.
¿Cuál fue la evidencia de la presencia y el poder del Espíritu Santo? Si podemos responder a esta pregunta, también podremos identificar la evidencia del Espíritu Santo en la iglesia hoy.
En el libro de los Hechos, Lucas describe cuatro características de una iglesia llena del Espíritu. Estas características deben estar presentes en toda iglesia que se abra a la presencia y al poder del Espíritu Santo.
¡Mira las cuatro marcas en el siguiente artículo!
(Extracto adaptado del libro “Signs of a Living Church”, de John Stott, Editora ABU).