La presencia de Cristo en la iglesia se refleja en las relaciones.

“El problema para muchas iglesias y algunas denominaciones es que van a la iglesia para asistir al culto o ponen a sus hijos en la escuela dominical, pero Jesús busca relacionarse personalmente con ellos.

A veces las iglesias pueden confundir la adoración con una relación con Dios. Un auditorio perfectamente iluminado y decorado con buen gusto puede simular la poderosa presencia de Dios. La música conmovedora puede imitar la obra persuasiva del Espíritu Santo. Es posible venir a la iglesia y tener un encuentro con el culto y no con Cristo. No hay sustituto para un encuentro personal con el Señor resucitado.

Cuando prediqué, advertí a la gente que el Espíritu Santo estaba en ese lugar y estaba atrayendo a la gente hacia él. Al final del servicio, invité a cualquiera que quisiera pasar al frente de la iglesia para orar a Dios o hablar conmigo y los ayudaría a entablar una relación personal de amor con Cristo resucitado antes de que se fueran. No les pedí simplemente que dijeran “la oración del pecador” o que llenaran una tarjeta demostrando su decisión. Estaban haciendo mucho más que unirse a una institución o incluso tomar una decisión pública. Estaban entrando en una relación amorosa, personal y dinámica con el Dios todopoderoso.

De la misma manera, cuando personas que ya estaban convertidas pidieron unirse a nuestra iglesia, dejé en claro que no estábamos simplemente agregando sus nombres a nuestras listas de miembros. Jesús mismo los estaba agregando al cuerpo de nuestra iglesia como quería (1 Cor. 12:18). Mucho antes de que decidieran unirse a nuestra congregación, el Espíritu Santo ya estaba obrando, atrayéndolos a nuestra iglesia, donde tenía una tarea para ellos.

Es fácil agregar un nombre a la lista de miembros. Aceptar un nuevo miembro en la familia es mucho más profundo. Si los recién llegados no entienden el pacto que están haciendo con otros miembros, entonces cuando alguien hiere los sentimientos del nuevo miembro o se abre una iglesia más dinámica en la calle, pueden decidir quitar su nombre de la lista”.

Las iglesias de Cristo, Luces que no se pueden apagar por Henry y Richard Blackaby – Editora CVX