quien tiene orejas

Las siete iglesias de Asia estaban preocupadas porque enemigos poderosos se estaban levantando contra ellas. Algunos líderes de la iglesia ya habían sido martirizados (Apocalipsis 2:13). Juan, el último de los doce discípulos de Jesús, estaba en el exilio. Pero el Cristo resucitado tenía un mensaje para ellos.

A la iglesia de Filadelfia, anunció: _”Estas cosas dice el santo, el verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie cierra, y el que cierra y nadie abre…. He aquí, haré que algunos de los que son de la sinagoga de Satanás… vengan y caigan a tus pies y sepan que te he amado” (Apocalipsis 3:7-9)._

La iglesia de Filadelfia tenía pocos recursos. La ciudad estaba llena de fuerzas del mal que buscaban hacerle daño, pero Jesús no eliminó a sus enemigos. En cambio, prometió que su presencia en medio de la iglesia los sostendría. Cristo dijo que los enemigos de la iglesia “sabrían que él los ama”. Qué bendita idea.

Jesús puede bendecir a tu Iglesia de tal manera que incluso tus enemigos reconozcan que Él te ama. (Apocalipsis 3.9)

Los cristianos de Filadelfia podrían haber asumido que necesitarían ofrendas mayores y más seguridad, pero Jesús les aseguró que su presencia les traería la victoria. Una puerta abierta significaba que el Cristo todopoderoso resucitado siempre estaría disponible para ellos.

Basta que las iglesias reconozcan que lo necesitan y recurran a él en busca de ayuda. Note lo que prometió a la iglesia en Laodicea: _”He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él, y él conmigo. (Apocalipsis 3:20).

Estas palabras fueron escritas para una iglesia tibia (Apocalipsis 3:15-16). Jesús les dio una imagen del Cristo resucitado afuera de la iglesia, tocando la puerta para invitar a cada uno a disfrutar de la comunión con él. Las iglesias a menudo se alejan de la voz de Cristo y olvidan su presencia. Fue por esta razón que el Cristo resucitado concluyó su mensaje a cada una de las siete iglesias exhortando: _”El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 2:3)

Las iglesias de Cristo, Luces que no se pueden apagar por Henry y Richard Blackaby - Editora CVX