La pregunta clave sobre el discipulado no es simplemente: “¿Estamos haciendo discípulos?” sino: “¿Qué clase de discípulos nos llama Dios a hacer?” y, lo más importante, “¿Qué clase de discípulos somos?”
“Un tipo correcto” habla de discípulos que están convencidos de la veracidad de las Sagradas Escrituras. Están convencidos de quién es Cristo. Tienen razón acerca de su fe. Tienen asegurada su salvación en la obra consumada de Cristo. Están seguros de su vocación. ¡Son del tipo correcto!
El discipulado se trata de un tipo correcto de persona que está radicalmente comprometida con un tipo correcto de propósito y que, a través de un tipo correcto de proceso, reproduce un tipo correcto de producto.
Un tipo correcto de PERSONA.
Un discipulador es, ante todo, el tipo correcto de discípulo: alguien que, con el tiempo y el propósito, crece hasta convertirse en la semejanza de Cristo. Como los discípulos de antaño, es fácilmente reconocible. Una marca definitoria se da en Hechos 4:13:
“Cuando vieron la intrepidez de Pedro y de Juan, sabiendo que eran hombres analfabetos e incultos, quedaron asombrados; y reconocieron que habían estado con Jesús”.
Un tipo correcto de PROPÓSITO.
Los discípulos abrazan el propósito del Reino para sus vidas. Son personas del Reino, con visión del Reino, que abrazan el propósito del Reino de Dios de cambiar el mundo.
Un tipo correcto de PROCESO.
El proceso de hacer discípulos es una inversión para toda la vida. Es un proceso intencional de testificar, enseñar, entrenar y transmitir nuestras creencias y nuestras vidas a quienes las transmitirán a otros. ¡La “no multiplicación” es “no discipulado”! (2 Tim 2.2.)
Los discípulos son personas del Reino, con visión del Reino, que abrazan el propósito del Reino de Dios de cambiar el mundo.
Un tipo correcto de PRODUCTO.
La dificultad del discipulado hoy es una crisis de producto. El discipulado eficaz se ve seriamente comprometido cuando no estamos seguros de qué debemos producir exactamente.
Nos reproducimos según nuestra especie. Entonces, la clave no es simplemente tratar de discipular a alguien para que sea el producto correcto; Depende del discipulador ser el producto correcto.
Extractos seleccionados del libro A Right Type de Edmund Chan, Editora Betânia.
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