Primero permítanme comenzar con tres observaciones preliminares sobre los Profetas Menores:
- Negligencia.
A menudo se descuida a los Profetas Menores. Muchos cristianos no están familiarizados con estos 12 libros más pequeños ubicados al final del Antiguo Testamento.
- El error.
Los Profetas Menores NO son “menores”. Se les llama 'Profetas Menores' simplemente porque sus escritos son más breves. Pero sus temas proféticos son tan elevados y significativos como los "Profetas Mayores".
- Los finales significativos.
La conclusión de cualquier libro o sermón es significativa. Lo mismo ocurre con los 12 Profetas Menores. ¡Tus conclusiones son muy instructivas!
Entonces, ¿cómo pusieron fin a sus profecías inspiradas los 12 Profetas Menores?
Mi simple objetivo es animarte a realizar un estudio más profundo de los Profetas Menores por ti mismo: ¡descubrir su profundidad y discernir sus maravillosos almacenes para el alma!
Vea cómo terminaron los 12 Profetas Menores:
- OSEAS – ¡POR TANTO!
“…de Mí viene su fruto. Andad, pues, en los caminos del Señor” (Os 14,8b-9).
- JOEL – ¡EL RUGIDO!
“El Señor ruge desde Sión… porque el Señor habita en Sión” (Joel 3:16, 21b).
- AMÓS – ¡LA RESTAURACIÓN!
“Te restauraré la suerte. Y reconstruirán las ciudades arruinadas…” (Amós 9:14)
- OBADIAS – ¡EL REINO!
“…y el Reino será del Señor” (Ob 21b)
- JONAS – ¡LA PREGUNTA!
“¿Y no debería sentir lástima por Nínive…?” (Juan 3:11)
- MICAH – ¡AMOR FIRME!
“Él se deleita en la misericordia…” (Miqueas 7:18b).
- NAHUM – ¡EL PECADO DE LA NUEVE COLMENA!
“…¿Porque sobre quién no ha venido su mal incesante?” (Na 3:19b)
- HABACUC – ¡LO MISMO!
“Aunque la higuera no florezca… yo me alegraré en el Señor” (Hab 3:17-18)
- ZEFONIAS – ¡LA PRESENCIA!
“El Señor vuestro Dios está entre vosotros…” (Sof 3:17)
- AGEU – ¡EL ELEGIDO!
“…porque yo os he escogido, dice Jehová de los ejércitos” (Ageo 2:23).
- ZACARÍAS – ¡EL SANTO!
“(ser) santo al Señor de los ejércitos…” (Zacarías 14:21)
- MALAQUIAS – ¡LA FAMILIA!
“Él volverá el corazón de los padres hacia sus hijos, y el corazón de los hijos hacia sus padres…” (Mal 4,6).
¡Increíbles temas proféticos! Después de todo, no es tan insignificante, ¿verdad?
No te saltes a los Profetas Menores: ¡tienen megaverdades que enseñarnos!
¡Que tengáis una bendita peregrinación por delante!
Edmundo Chan