Avivamiento: Orar

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por David Kornfield

Percibo en 2 Cr 7,14 cuatro componentes humanos: humillarse, orar, buscar su rostro, convertirse. En este segundo texto nos centramos en la oración.
Orar es tan básico y común que apenas entendemos por qué se destaca aquí. Quiero abrir dos facetas del diamante de la oración, sin las cuales no habrá avivamiento: “Orar” y “Escuchar a Dios”.

Humillarte es el punto de partida. Humillarse es la llave que abre las bienaventuranzas de Mt 5. También abre una nueva comprensión y práctica de la oración. El santo descontento nos lleva a mendigar. Mendigar es rogar de forma insistente o desesperada

Está bien ilustrado en las parábolas de la viuda molesta (Lucas 18:1-8) y el amigo molesto (Lucas 11:5-8). Está incrustado en la famosa enseñanza de Jesús de pedir, buscar y llamar (Mt 7,7-12). Los tres verbos en griego están en tiempo presente continuo. En otras palabras, debemos pedir y seguir pidiendo, buscar y seguir buscando, llamar y seguir llamando. La razón por la que tantas oraciones quedan sin respuesta es que no perseveramos. No pudimos suplicar.

La gran mayoría, cuando piensa en oración, piensa en hablar. Es profundamente revolucionario pensar en escuchar. Aquí hay algunas claves para escuchar a Dios:

  1. Buenas preguntas. Todo buen discípulo hace preguntas. Y deja que Dios me haga preguntas.
  2. Silencio. Presta atención a la respuesta. Muchas veces Dios no habla mientras nosotros hablamos. Todo verdadero hijo de Dios escucha a su Padre (Juan 5:19-20a).
  3. Grabar lo que escuchamos. Si no lo registramos, normalmente lo olvidamos. Negamos el poder de escuchar a Dios.
  4. Escribe el tema principal en 1-2 líneas. De esta manera, se resalta el corazón de lo que escuchamos.
  5. Cumplir. Si no obedezco, si no respondo, todo lo demás está perdido. No soy un verdadero discípulo.
  6. Compartir lo que recibí. Si no lo transmito, soy un mar muerto.

Estas claves pueden revolucionar nuestra vida devocional. En lugar de centrarse únicamente en un estudio bíblico, concéntrese en un encuentro divino con nuestro Amado (Juan 5:39-40).

¿En qué dimensión de la oración y de la escucha de Dios necesitas crecer más?

David Kornfield fue misionero de Sepal Brasil de 1990 a 2010, es fundador de MAPI, REVER, DFD e IIFD en Brasil, cataliza la Década de Hacer Discípulos en ocho países y lidera el Discipulado y Pastoreo de Pastores (DPP) en 10 países de América Latina, trabajando con WEA (Alianza Evangélica Mundial). Vive en Pittsburgh, PA, EE. UU. con su esposa Débora.

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