Los días 17 y 18 de mayo de 2023 se llevó a cabo la tan esperada Sexta Consulta en Línea de la Década para Hacer Discípulos (DFD), con el tema “Discipulado en la Familia”. El evento, realizado vía Zoom, reunió a 140 pastores y líderes de diferentes partes de Brasil y otros países en búsqueda de conocimiento y reflexión sobre los desafíos que implica el discipulado familiar en el contexto social actual.
Uno de los objetivos de la Consulta fue romper el silencio y fomentar conversaciones abiertas sobre cómo empoderar a líderes y miembros para vivir el discipulado en la familia promoviendo una vida piadosa en sus hogares, como afirmó LR Silvado, miembro del Equipo DFD. Además de promover una visión amplia de la importancia del discipulado, el evento buscó fomentar la práctica intencional del liderazgo en las iglesias para formar padres que discipulen a sus hijos con excelencia.
La misionera Valerie Abreu, miembro del Equipo DFD, destacó la necesidad de que las más variadas denominaciones cristianas se unan en apoyo a este objetivo. “Qué bueno estar en comunión con tanta gente con un mismo sueño: discipular a nuestras familias. Estamos juntos, reconociendo que nos necesitamos unos a otros en esta misión”.
El orador principal fue Mathew Ling, líder global del Family Challenge de la Alianza Evangélica Mundial (WEA), quien también es responsable del desarrollo del ministerio familiar en los movimientos Transform World y Window 4-14. Con su vasta experiencia y sabiduría, Ling aporta una visión inspiradora del discipulado familiar y su papel esencial en la construcción del reino de Dios en la Tierra.
En sus conferencias, Mathew Ling abordó temas de gran relevancia, como “La crisis del discipulado familiar”, “La familia es idea y acción de Dios” y “Cómo vivimos el discipulado familiar”. Ling destacó que la familia fue creada intencionalmente por Dios con un propósito específico y que los miembros de cada iglesia necesitan ser discipulados para vivir de acuerdo con los planes divinos, capacitando a las próximas generaciones en sus hogares.
La iglesia debe asumir la responsabilidad de discipular a sus miembros, incluida la instrucción sobre cómo vivir una vida piadosa en el hogar y extender el discipulado a los miembros de la familia. Sin embargo, Mathew Ling lanzó una advertencia: “Con el entusiasmo que surge cuando alguien capta la visión del discipulado familiar, surge el peligro de apresurarse a implementar programas de preparación familiar que ahogan a la iglesia con tareas relacionadas y pierden el enfoque prioritario en la construcción de las creencias. necesario para sostener este esfuerzo”.
Después de dos días de conferencias y pequeños grupos de intercambio, algunos participantes destacaron los beneficios del encuentro promovido por DFD – Década de Hacer Discípulos. “Cuando Dios nos confía algo y lo miramos y lo encontramos demasiado grande o casi imposible para nosotros, Él envía personas. Dios nos ha conectado para alcanzar estas elevadas metas de invertir en las familias”, dijo Samantha Pereira, de la Iglesia Metodista de Brasil. Silvana Leiko Yamamoto, de Igreja Holiness dijo: “La prevención es la mejor medicina para una familia sana. Necesitamos utilizar nuestros propios errores y construir una red de atención y crecimiento espiritual en nuestros hogares”.
Verdades bíblicas
Durante la Sexta Consulta en Línea del Decenio de Hacer Discípulos se presentaron cuatro verdades bíblicas esenciales que sirvieron de base para reflexiones sobre el discipulado familiar. La primera es que Dios creó intencionalmente a la familia con un propósito específico, y ésta juega un papel fundamental en la construcción del reino divino aquí en la Tierra. Este entendimiento nos recuerda que nuestras familias tienen un propósito divino y que podemos influir positivamente en el mundo si vivimos de acuerdo con los principios de Dios en nuestros hogares.
Otra verdad que se enfatiza es que los padres creyentes son los principales responsables del desarrollo espiritual de sus hijos, y no sólo de la iglesia. Esto nos desafía a asumir nuestra responsabilidad como padres y educadores espirituales, priorizando la enseñanza de los valores cristianos y la formación espiritual de nuestros hijos en un ambiente familiar amoroso y comprometido.
Además, se reconoce que los miembros creyentes de la familia no saben naturalmente cómo vivir según el plan de Dios en sus hogares. Es necesario un proceso de discipulado continuo para que puedan aprender y crecer en esta área. Esta verdad nos anima a buscar discipuladores, líderes y recursos que puedan ayudarnos a desarrollar habilidades y prácticas que honren a Dios en nuestra vida familiar.
En última instancia, Dios llama a la iglesia a discipular a sus miembros, no sólo en aspectos generales de la vida cristiana, sino también específicamente en cómo vivir cristianamente dentro de sus familias. Este llamado nos desafía a construir comunidades de apoyo donde podamos compartir experiencias, consejos y aliento unos con otros, buscando vivir como auténticos discípulos no sólo en las actividades de la iglesia sino también en nuestros hogares.
Estas verdades bíblicas resonaron fuertemente durante la consulta, provocando un sentido de urgencia y un compromiso renovado con el discipulado familiar. Se animó a los participantes a buscar recursos, aprender unos de otros y cultivar un ambiente familiar arraigado en los principios de Dios. A partir de este inspirador evento, se espera que muchas vidas y familias sean transformadas, trayendo un impacto positivo a la iglesia y a la sociedad en su conjunto.
El evento también buscó construir redes y fortalecer relaciones entre pastores y líderes estratégicos, promoviendo el aprendizaje mutuo y la enseñanza sobre el discipulado familiar, además de catalizar movimientos en esta área. “Ahora tenemos una gran responsabilidad basada en todo lo que hemos aprendido. Que nos comprometamos a extender este aprendizaje a tantas otras personas que forman parte de nuestras redes”, concluyó Juliano Peter, del Movimiento Encontrão de la Iglesia Luterana en Brasil.