Hay manuscritos antiguos con largas oraciones escritas basadas en el Padrenuestro.
Brad joven*, quien escribió el libro “El contexto judío del Padrenuestro” hace una observación muy interesante sobre el texto de Hechos 1:14. Este pasaje afirma que María, madre de Jesús, sus hermanos, los demás discípulos y otras personas se reunieron en el cenáculo después de la ascensión de Jesús, obedeciendo su orden de esperar la venida del Espíritu Santo. El texto dice: “Todos éstos permanecían unánimes en oración”. Young sostiene que el texto griego no dice “en oración”, sino que dice lo siguiente: “Todos estos continuaron unánimes “en oración””. E informa que en los textos antiguos el Padre Nuestro es a menudo identificado como “la Oración”.
En el primer siglo, los rabinos tenían la costumbre de instruir a sus alumnos basándose en verdades clave. Les dieron ciertos temas que luego desarrollaron mediante un esquema. Al presentar su oración modelo, Jesús simplemente estaba citando los temas que deberían aparecer en nuestras peticiones, y dijo: “Por tanto, oraréis de esta manera”. (Mt 6,9-13.) Y recitamos esta oración, la memorizamos, la cantamos, pero nunca la vemos como un conjunto de seis temas básicos a desarrollar en la oración, bajo la inspiración del Espíritu:
- Promesas: “Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre”.
- Prioridades:“Venga tu reino, hágase tu voluntad. “
- Provisión de materiales: “Danos hoy nuestro pan de cada día. "
- Gente: “Y perdónanos nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores. "
- Fuerza: “Y no nos dejes caer en la tentación; pero líbranos del mal. "
- Elogio: "Bueno, tuTú eres el reino, el poder y la gloria para siempre. Amén. "
* Citado por Larry Lea en el libro Nem uma hora, Editora Betânia.
Ilaene Schüler