Relaciones de cuidado en el mundo virtual: discipulado y relaciones

El uso de Internet y las plataformas digitales como recursos para comunicar el mensaje del Evangelio

 

Guiar a las personas en un viaje espiritual es una de las mayores aventuras que podemos tener como cristianos. Hacer esto digitalmente requiere un ojo y una preparación especiales.

Cada año, cada vez más personas recurren a Internet para obtener nuevos conocimientos, acceder a un mundo de información o navegar en sus múltiples entornos. No es difícil comprobar que un número creciente de usuarios de distintas edades recurren a Google, las redes sociales o los foros de discusión para buscar soluciones a sus dilemas en lugar de contactar con un amigo o familiar para expresar su visión del mundo, exponer sus miedos o simplemente tener una buena charla.

Millones de búsquedas en Google buscan respuestas a preguntas como: “¿Es Dios real?”, “¿Qué sucede cuando morimos?”, “¿Cómo sé que soy salvo?” “¿Por qué hay tanto sufrimiento en el mundo?” Estas grandes preguntas crean una oportunidad para que nosotros, los cristianos, aprovechemos estos recursos para compartir la esperanza que se encuentra en Cristo. Independientemente de las habilidades que tengamos para utilizar dichas herramientas, podemos ser un faro que lleve a las personas a la esperanza que sólo Dios puede dar.

"Podemos ser un faro que lleve a las personas a la esperanza que sólo Dios puede dar".

Misionero digital

Usar sabiamente las plataformas digitales que Internet hace posible es lo que yo llamo “ser un misionero digital”, es decir, ser alguien que dedica tiempo en línea ayudar a las personas a aprender más sobre Jesucristo, invitándolas a seguirlo y acercarse a Él.

Con el auge de las redes sociales y las plataformas de redes, como YouTube y Facebook, respectivamente, existen innumerables tipos de entornos virtuales que podemos utilizar para conectarnos con alguien, establecer una buena relación y ofrecerle atención y dirección en su viaje con Jesús.

En este sentido, en cuanto establecemos contacto con una persona a través de una plataforma digital, nuestro papel debe ser acogerla, caminar junto a ella y animarla a dar nuevos pasos para que crezca en la gracia y el conocimiento de Jesucristo. ¿Y cuáles son estas plataformas digitales? Los que seguro tienes en la palma de tu mano: correo electrónico, aplicaciones de mensajería instantánea, redes sociales o cualquier otro mecanismo que permita un diálogo efectivo.

¿Cómo asesorar en un entorno virtual?

Al aconsejar a alguien, es importante pedir la guía del Espíritu Santo, dándole espacio para llenarlo e inspirarlo.

Además de este paso esencial, hay 6 sugerencias esenciales más:

  1. Ora para que el Espíritu Santo te dé discernimiento y palabras correctas.

  2. Independientemente del canal que elijas para interactuar, intenta siempre ser ejemplo de lo que hablarás, incluso en el “vitrina” de tu red social.

  3. Escuche y lea atentamente. Haz preguntas que te permitan aprender más sobre quién está del otro lado. Dedica tiempo de calidad a estudiar tu realidad.

  4. Sea amable durante la conversación. Utilice palabras alentadoras al comunicarse. Recuerda que las palabras escritas pueden tener un tono diferente para el destinatario. Ojo: escribir en mayúsculas se considera gritar.

  5. Mostrar comprensión por la necesidad expresada.

  6. Poco a poco, haga la transición hacia el viaje espiritual. Comience con una pregunta abierta sobre la experiencia espiritual del aconsejado.

Técnicas de transición para conversaciones espirituales

Algunos enfoques le ayudarán a llevar sus conversaciones hacia un enfoque espiritual. Ellos son:

  • Haga preguntas como: "¿En qué punto de tu viaje espiritual te encuentras?"

  • Ofrezca una oración. Si el interlocutor está de acuerdo, escríbalo.

  • Déle a la persona espacio para desahogarse. No compartas el contenido de la conversación con nadie. Después de todo, es una relación de confianza.

  • Respeta y comprende los puntos de vista de la otra persona, no te metas en debates.

  • No vendas la religión, deja que el Espíritu Santo toque los corazones. Recuerda que Dios obra en cada vida de manera diferente.

  • Utilice un lenguaje fácil de entender.

  • Utilice palabras que expresen una relación con Cristo en lugar de reglas o sistemas legalistas.

  • Utilice su sentido del humor para aumentar el nivel de comodidad en la conversación.

  • No critiques a otras religiones ni a otras personas.

Tenga cuidado de no dar consejos directos, ya que el tipo de relación en cuestión es un intercambio basado en la experiencia y la fe. Haz sugerencias cuando sea apropiado, especialmente cuando puedas hablar desde tu propia experiencia.

¡Utiliza el potencial de Internet para alcanzar vidas!

Más de 3.900 millones de personas están conectadas a Internet en todo el mundo (ONU). ¿Imaginas cuántas vidas podemos alcanzar usando herramientas digitales, siendo también misioneros desde nuestros hogares?

Compartir el Evangelio es mucho más sencillo de lo que parece y se vuelve aún más fácil con la práctica. Da este paso y experimenta la increíble alegría que se obtiene al compartir el mensaje de Cristo con alguien que puede estar más cerca de lo que crees, ¡a solo un clic de distancia! •

Poliana Giardino es emprendedor social, misionero digital, docente, consultor y mentor empresarial. Especialista en experiencias de enseñanza-aprendizaje, forma parte del equipo de Mujeres Mentoras.

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